lunes, 18 de marzo de 2013

Momentos (VI)

Viernes Santo. Procesión General.

Nuestra Cofradía se suma al resto de cofradías para ilustrar todo el recorrido de la Pasión y Muerte de Jesucristo. Para la Resurrección, el paso culminante, todavía hay que esperar. 

Al regreso de nuestro recorrido procesional, ya en la plaza de Santa Ana, y a las puertas de la iglesia, procedemos a realizar un gesto simbólico de gran importancia y con el que todos los presentes, cofrades y pueblo fiel allí presente, nos llenamos de ese espíritu de tristeza, seriedad y solemnidad que causa la Muerte de Jesús. Ese gesto simbólico consiste en cubrir la imagen del Santo Cristo con una fina tela de seda, a modo de sudario, para a continuación meterlo en el templo, en el sepulcro. Desde un extremo de la plaza, dos cofrades llevan la tela de seda, el sudario, y otro cofrade lleva el incienso, como los ungüentos que, según nos cuentan las escrituras, era tradición llevar. Una vez a los pies del Cristo, los cofrades colocan, en un silencio sobrecogedor, el sudario sobre el Cristo Muerto.

Tras este gesto, entra la imagen, entra la Cofradía. Silencio.

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