domingo, 30 de marzo de 2014

No es un farol...

Que en nuestro hablar coloquial, es sinónimo de alarde, incluso de presunción, o de modo aún más coloquial.., “no es una fantasmada”. Para quienes contemplan el paso de la Cofradía del Santo Entierro, hay un signo que les identifica, su farol. No es muy común en el mundo cofrade, ver portar a tales, un farol… lo propio más parece ser una vela, un sacho, un guión, una Lucerna, o… tantos ejes lumínicos como nuestro diccionario ofrezca. Y sin embargo, aquí está la Cofradía del farol. Aquellos que portan una luz, tan próxima a los pasos que no desafía a nadie, que no es un reclamo, sino una luz callada, que alumbra sin desafiar la horizontalidad de quienes portan. Casi sería un atrevimiento que la luz del santo Entierro luciese sobre el Santo en vías de Entierro. Por eso bendito farol, el nuestro, que sabe ir, aún más bajo y hondo que el Cristo Yacente. Ojalá que esta Semana Santa nos predisponga a ser luz del Señor, a ver con sus ojos, a dejar atrás tanta ceguera…



Si os recuerdo nuestra condición lumínica es porque en este domingo la Palabra nos recuerda la importancia del saber ver, el saberse dejar iluminar, y el saber ser luz. Todo ello le acontece a un ciego en vísperas de la entrada de Jesús en su Pasión.

Estamos en el sexto signo que S. Juan recoge en el “Libro de los signos” de su Evangelio para presentarnos a Jesucristo, el Señor. Al encontrarse con aquel mendigo invidente, Jesús le sale al encuentro, se implica en la nueva creación de este hombre, moldeando con su saliva y barro, el ungüento curativo que le predispone a ver.

El hecho de “ungirlo” y la orden de “lavarse en la piscina” hacen pensar en los ritos del bautismo, fuente de vida nueva. Su primer nacimiento lo arrojó a las tinieblas, y ahora vuelve a ser engendrado para la luz. Pero no nos quedemos con el “milagrito”. Esto es un “signo” de Jesús que pretende revelarnos su identidad más profunda, por ello me pregunto: ¿Dé que manera va descubriendo el ciego esa identidad de Jesús? Me fijo en las cosas que dice y descubro cómo va “viendo” cada vez más claro quién es el que le ha curado. Abrir los ojos del cuerpo significa abrir los ojos de la fe. La curación de la ceguera viene a simbolizar todo el proceso que recorre el que cree en Jesús y recibe el bautismo. Este sacramento se llamó “iluminación”.

El ex ciego se comporta como un “testigo de la fe” como un “discípulo” v. 28; los fariseos inseguros y faltos de argumentos deciden “echarlo fuera”. Pero me pregunto: ¿De qué juicio se trata según las palabras de Jesús en los vv.39-41? El verdadero juicio no es el de los fariseos, sino ese que Jesús establece al revelarse como luz. Una luz que alumbra a los ciegos y ciega a los que creen ver. Negándose a creer, permanecen en su pecado (vv. 40-41).



✔ EN NUESTRA ORACIÓN: Soy una persona “iluminada” desde mi bautismo, desde esta experiencia oro al Padre. ¿Cómo estoy viviendo mi propio proceso de fe? ¿Lo siento avanzar o retroceder? ¿En qué momentos de oscuridad has experimentado a Jesús como luz?

✔ PARA TU COMPROMISO. ¿Qué significa para mí ser testigo de la luz de Jesús en los ambientes donde me muevo? ¿Qué cegueras percibo en mí y en la sociedad? ¿Qué esperanza me hace concebir la lectura de este pasaje? ¿Qué puede significar para cada uno en esta próxima Semana Santa portar la luz que ilumine a Cristo?

Guillermo Camino
Consiliario

viernes, 28 de marzo de 2014

Solemne Triduo al Santísimo Cristo Yacente

10, 11 y 12 de abril a las 20,30 h en la Iglesia del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.

Día 10 de abril - Petición de la Sagrada Imagen a la Comunidad de Religiosas y Santa Misa.
Día 11 de abril - Santa Misa y traslado de nuestro titular a la parroquia de San Lorenzo donde tendrá lugar el ejercicio del Vía Crucis.
Día 12 de abril - Santa Misa de Comunión General de la Cofradía. Tras la Eucaristía se impondrán las medallas a los nuevos cofrades.

Predicará D. Julio Alberto de Pablos de la Esperanza, coadjutor de la Parroquia de San Lorenzo Mártir.


Misa de Hermandad en San Pío X

Este próximo domingo 30 de marzo, a las 12,30 h, celebraremos la tradicional Misa de Hermandad con la comunidad cristiana de la Parroquia de San Pío X (barrio Girón). Os esperamos.

Web de la Parroquia

jueves, 27 de marzo de 2014

Carta y Boletín

Ya está a disposición de los cofrades en el google drive de este blog la carta que la Junta de Gobierno nos ha enviado para esta Semana Santa. Para descargarla debes entrar en el menú de "descargas para cofrades" de la parte izquierda del blog.

Así mismo está disponible para el público en general el boletín 2014, que se puede descargar del menú de la parte izquierda "descargas para público en general" o en este enlace.

Portadores de elementos procesionales

Se encuentra abierto el plazo de inscripción para portar algún elemento procesional durante nuestras procesiones: bandera, guiones, bandera de difuntos, incensario, ciriales, cruz alzada, grímpolas, faroles altos, libro de difuntos, timbales, etc.

La Junta de Gobierno valorará las condiciones de los solicitantes conforme dispone nuestro Reglamento Interno e intentará satisfacer vuestras peticiones.

La solicitud puede hacerse en nuestra sede en horario de oficina (viernes de 17 a 19,30 h).

miércoles, 26 de marzo de 2014

Medio siglo peregrinando a Girón (1964-2014)

Se cumple en esta primavera de 2014 el cincuenta aniversario de la “Procesión de Girón”. Quedan muy pocos cofrades que puedan dar fe del origen de esta procesión y de cómo fue posible que en la noche del 26 de marzo de 1964 la Cofradía del Santo Entierro inaugurara una nueva procesión en la que la única talla era la de nuestro titular, el Cristo Yacente de Santa Ana. Cincuenta años en los que, salvo por los caprichosas lluvias de primavera, la cofradía no ha dejado de asistir puntualmente a su cita anual con los feligreses de la parroquia de San Pío X en el barrio de Girón en la noche del Jueves Santo. Oficialmente comenzó llamándose “Procesión de Penitencia del Santo Entierro” y así figuró en los programas oficiales hasta el año de 1975. Desde ese momento figura en los programas de Semana Santa como “Procesión del Santo Entierro”, pero para nosotros sigue siendo la “Procesión de Girón”.

En aquellos años, principios de los sesenta, la cofradía estaba saliendo del letargo que a punto estuvo de costarle la desaparición. Se había logrado superar la crisis de finales de los cincuenta y se buscaban fórmulas para revitalizarla y hacerla más visible en la ciudad. Es ese entorno en el que surge la idea de realizar una procesión propia, en la que la única figura fuera el Cristo Yacente. No se planteó como la Procesión de Regla de la cofradía, ni siquiera se tenía constancia de lo que significaba ese término. Simplemente se quiso hacer honor a la estación que le da nombre y para ello nada mejor que escenificar un entierro, similar a los que se celebraban en cualquier pueblo castellano de la época, con la peculiaridad de que se desarrollaría de noche. En esta escenificación el Monasterio de Santa Ana era la casa doliente y el barrio de Girón haría las veces de cementerio.

La configuración urbana del momento contribuyó a arropar esta idea. No se trataba de hacer una procesión por el casco urbano para que fuera vista por mucha gente. Se trataba de una procesión más íntima, en la que predominaba el sentimiento de recogimiento y de soledad. El itinerario era realmente sorprendente. Cuando todas las procesiones se desarrollaban dentro del casco histórico de la ciudad, salvo la de “los Luises” (Peregrinación de la Promesa) que el Martes Santo se dirigía a la Pilarica, la Cofradía del Santo Entierro tuvo la osadía de atravesar el Pisuerga, auténtica barrera física en aquel momento para los vallisoletanos, para llevar a uno de los barrios más distantes del centro un pasaje de la pasión de Cristo. La procesión salía de Santa Ana, descendía por la estrecha calle de San Lorenzo (muy diferente a la actual), daba la vuelta a la Plaza del Poniente, cruzaba el puente del mismo nombre y tras atravesar un auténtico descampado en el que no había viviendas, siguiendo una estrecha carretera sin arcén y prácticamente sin farolas, se llegaba al barrio de Girón. Estéticamente la estampa impresionaba y sobrecogía; en una carretera sin arcén y no muy bien asfaltada, en la oscuridad de la noche, una fila de cofrades de riguroso luto, iluminados con la tenue luz de un farol alumbraban un Cristo yacente muerto, teniendo como único fondo el ruido de las largas colas de los hábitos arrastrándose por la carretera.

Pese a lo inusual de la hora, no faltaba el acompañamiento del pueblo fiel, formado en su mayoría por personas adultas, en muchos casos con sus hijos mayores, ya que las costumbres y la moral de la época imponían que a esa hora no debía haber jovencitos por la calle. Eran numerosas las personas que presenciaban la procesión con respeto – durante años ésta era la única procesión que se desarrollaba a esta hora- y que acompañaban a la cofradía hasta el puente del Poniente, en su mayoría sin cruzarlo. A partir de dicho puente el público cambiaba, ya que, dependiendo de la climatología, era normal que la gente del barrio fuera al encuentro de la procesión acompañándole hasta la iglesia de Girón. En su interior se desarrollaba un Miserere solemne. En los primeros años la cofradía y la sagrada imagen accedían a la iglesia por la puerta lateral que se abre a la Plaza Porticada. El Cristo se situaba en el centro de la iglesia sobre unos bancos y se realizaba la ceremonia de adoración al Santísimo Sacramento.

Con el paso de los años la procesión fue sufriendo diversas modificaciones. A partir de la Semana Santa de 1989 se cambió el recorrido, de forma que la procesión discurría por María de Molina y Doctrinos para atravesar el Pisuerga por el puente de Isabel la Católica, avenida de José Luis Arrese, Vicente Mortes, avenida de los cerros hasta llegar a la Iglesia de San Pío X, regresando por el camino habitual, por el puente del Poniente. Este cambio desfiguró un tanto la imagen tradicional de la procesión, alargándola en extremo y pasándose a desarrollar por amplias avenidas muy iluminadas, en las que daba la impresión de que la cofradía estaba un tanto perdida. Coincidió este cambio con una disminución drástica de la presencia de las representaciones de otras cofradías y de fieles en el recorrido, no en la salida desde el Monasterio de Santa Ana, ya que en esos años comenzaron a proliferar un sinfín de procesiones convocadas a la misma hora. No obstante, lo que se perdió en el trazado se ganó en la organización del acto que se desarrollaba en el interior de la Iglesia. El Solemne Miserere se convirtió en un acto estéticamente bello, muy planificado y de hondo sentimiento. La cofradía entraba en procesión en el templo por la puerta principal y se acomodaba en los bancos que a todo lo largo del templo configuraban un pasillo, reservando el resto del espacio para el público acompañante. El Cristo portado a hombros y escoltado por la Guardia Civil preside el acto desde el presbiterio, desde cuyo ábside una coral entona el Salmo Miserere. Posteriormente se procedía a la adoración del Cristo yacente y tras unas sentidas palabras del entrañable D. José Luis, párroco de San Pío X , y nuevos cánticos penitenciales se terminaba el acto con la misma solemnidad, reorganizándose la planta de la procesión para regresar a Santa Ana. Desde el año 2009 se ha recuperado el trazado original, a través del puente del Poniente tanto a la ida como al regreso.

Es evidente que en estos cincuenta años han cambiado muchas cosas. Las manifestaciones externas de religiosidad ya no se viven de la misma manera, la sociedad está más desacralizada y Girón es un barrio con identidad propia integrado totalmente en la ciudad. En los últimos años en los foros semanasanteros se discute mucho sobre la necesidad de revisar y reorganizar la proliferación de procesiones en la Semana Santa y reorientar su sentido litúrgico o catequético. Pero con independencia de todas estas disquisiciones, lo que ha de predominar, en nuestro caso, es la idea de acompañamiento y veneración a la imagen de un Cristo muerto a la espera de la Resurrección, así como el agradecimiento de la cofradía a la buena disposición con que siempre nos ha recibido el vecindario del barrio de Girón.

Fernando Martín Pérez


50º Aniversario de la procesión del Santo Entierro

Hoy conmemoramos el 50º aniversario de la primera salida de la procesión del Santo Entierro, que realizó nuestra Cofradía el 26 de marzo de 1964.

Por este motivo la Eucaristía de hermandad que en cuaresma celebramos con la Parroquia de San Pío X (barrio Girón), tendrá lugar este próximo domingo 30 de marzo, a las 12,30 h. Esperamos vuestra participación.

lunes, 24 de marzo de 2014

Suárez en Santa Ana

Como homenaje al Presidente Suárez, fallecido ayer, os dejamos estas fotografías de El Norte de Castilla que muestran la visita que hizo al Monasterio de San Joaquín y Santa Ana en 1997. Nuestro cariñoso recuerdo también para las hermanas que aparecen en la foto y que ya se encontraron con el Padre.




viernes, 21 de marzo de 2014

También el agua


Creo que entre las palabras tabúes de un Cofrade, el agua es una de ellas. El agua, de la lluvia, eso sí. Y por eso, no quisiera que fuese un elemento del que nos olvidásemos. Ella estuvo presente en el misterio que alumbramos, pues al fin, quien era el Agua Viva, fue lavado. Él mismo tras su muerte nos dio como legado agua y sangre. Somos cofrades que veneramos la sangre y su fuente, las llagas. Pero de ellas también brota el AGUA. Agua utilizó José de Arimatea, memoria celebraba la Iglesia el pasado 17. Nuestro protocofrade José, fue discípulo que lavó al autor de la limpieza, que recibiendo de Jesús el agua de la gracia, la devolvió en forma de unción y bendición.

De todo ello nos habla el tercer domingo de Cuaresma. Acompaño estas palabras en esta ocasión con dos imágenes del conocido Padre Rupnik representando el pasaje evangélico de la Samaritana. Como una imagen precede otra concluye esta reflexión, dejo como sugerencia comparar ambas… y preguntarse: ¿quién pide quién ofrece?


Pensémoslo. Situémonos ante el texto con estas palabras del prefacio de este domingo: “Jesucristo al pedir a la samaritana que le diera de beber, ya le había comunicado el don de la fe; y de tal modo tuvo sed de esa fe de ella que la abrasó con el fuego del divino amor” .

Jesús desde Jerusalén se dirige a Galilea pasando por territorio de Samaría, con su población en mutua enemistad con los judíos. Al mediodía, después de horas y horas de camino, se detiene cansado en Siquem, junto al pozo de Jacob.

Pozos y fuentes de agua jalonan el itinerario terreno y espiritual de los patriarcas y del pueblo del éxodo. Jesús tiene sed y se sienta junto al manantial, agua de la entraña de la tierra. Jesús, fatigado por el largo caminar. También es la fatiga del sembrador: su camino y la siembra se identifican.

Al pozo, signo de vida, llega la mujer de Samaría, y Jesús le pide: “Dame de beber”. El Mesías, el Hijo de Dios arde de sed y pide a la creatura. Dios pide al hombre. Te pide a ti. El Señor de infinito poder hoy es un necesitado del hombre: ¡Dame de beber! ¡Dame agua! El hombre, nosotros, podemos calmar la sed de cristo. En la cruz también, al mediodía, gritará: ¡Tengo sed! Allí le dieron de beber vinagre (Jn 19, 23-29).

La sed es deseo. Deseo de nuestra respuesta, de la correspondencia de nuestra fe, de nuestro amor. Sed-deseo de nuestra salvación. La sed de Jesús es su amor ofrecido. Por eso, ante la extrañeza de la mujer samaritana de que un judío le pidiese agua, ahora el diálogo de Jesús se torna ofrecimiento: el don de Dios, el agua viva.

Los textos de Juan (7, 37-39) son claros en su simbolismo. “El que tenga sed, venga a mí, beba el que cree en mí”… “Esto lo decía del Espíritu”. Comprendemos que el don de Dios, el agua de vida que Jesús ofrece a la samaritana, es el don del Espíritu Santo, el eterno amor del Padre y del Hijo.

La samaritana va descubriendo poco a poco el misterio del Mesías: el diálogo irá revelando gradualmente su secreto. Al principio era simplemente un judío; después lo llamará Señor (v. 11), más grande que Jacob (v. 12). Profeta (v. 19), Mesías (v. 26-29). Finalmente, Salvador del mundo (v. 42).

La samaritana, al creer, se torna apóstol; enseguida deja el cántaro, anunciando al pueblo: “vengan a ver”.

La celebración del Viernes Santo nos recordará aquel otro mediodía, en Jerusalén, en donde Jesús, sin balde, saca el agua viva: golpeado como la roca de Moisés, de su costado abierto, del pozo abismal de su corazón abierto por la lanza, desde lo alto de la cruz, en virtud de la sangre sacrificial del Cordero, sale el agua que riega la tierra, signo del Espíritu. Seamos cofrades de esta Agua que brota de la fuente del Amor.

Guillermo Camino
Consiliario

miércoles, 19 de marzo de 2014

Avance del programa de nuestras procesiones

Viernes 11 de abril (Viernes de la quinta semana de Cuaresma)
Ejercicio del Vía Crucis de la Cofradía del Santo Entierro

A las diez menos cuarto de la noche, partirá de la Iglesia Conventual del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana la Cofradía del Santo Entierro, portando a hombros su imagen titular, “CRISTO YACENTE” (Gregorio Fernández, obra taller, 1631-1636).
Recorrido: Plaza de Santa Ana, San Lorenzo y Pedro Niño, hasta la Iglesia Parroquial de San Lorenzo Mártir, donde se celebrará, junto con la Comunidad Parroquial, el Ejercicio del Vía-Crucis, finalizando con una oración al Cristo Yacente y el canto de la Salve Popular a Nuestra Señora de San Lorenzo, Patrona de Valladolid.
Al terminar dicho acto, la Cofradía volverá por el mismo recorrido hasta el Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.

Jueves 17 de abril (Jueves Santo)
Procesión del Santo Entierro

A las doce de la noche, se iniciará en la Iglesia Conventual del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, la Procesión del Santo Entierro, con el "paso" "CRISTO YACENTE" (Gregorio Fernández, obra de taller, 1631-1636), acompañado por la Cofradía del Santo Entierro.
Recorrido: Plaza de Santa Ana, Pasión, Plaza Mayor, Jesús, José Antonio Primo de Rivera, Correos, Plaza de la Rinconada, Plaza del Poniente, Puente de F. Regueral, Avda. de Vicente Mortes, Mieses, Avda. de los Cerros, Hogar y Plaza Porticada, hasta la Iglesia de San Pío X, en cuyo interior se realizara una Estación Penitencial, terminando con el rezo del Miserere. Regresando por: Plaza Porticada, Hogar, Enamorados, Oriental, Avda. de los Cerros, Mieses, Avenida de Vicente Mortes, Puente F. Regueral, Plaza del Poniente, San Lorenzo y Plaza de Santa Ana, hasta la Iglesia Conventual del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, donde finalizará la procesión.

Sábado 19 de abril (Sábado Santo)
Traslado del Cristo Yacente

A las ocho de la noche, tendrá lugar el traslado de la Imagen "CRISTO YACENTE" (Gregorio Fernández, obra de taller, 1631-1636) portado a hombros por la Cofradía del Santo Entierro.
Recorrido: María de Molina, Héroes del Alcázar de Toledo, Zúñiga y Plaza de Santa Ana, donde se realizará junto al pueblo fiel, un Acto de Reflexión y Oración previo a la devolución de la Sagrada Imagen a la Comunidad de Religiosas, ya en el interior del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.
Participará en el traslado como invitado D. Diego Arias Madero, responsable de la página de internet Valladolidcofrade.com y Premio Lázaro Gumiel 2014.

lunes, 17 de marzo de 2014

Gracias, don José

Esta madrugada ha fallecido don José Delicado Baeza, en la residencia de las Hermanitas de los Pobres de nuestra ciudad. Don José, actualmente arzobispo emérito de Valladolid, dirigió nuestra Diócesis entre 1975 y 2002. Persona amable y humilde, siempre trató con cariño a las cofradías vallisoletanas, y a él se debe al Directorio Diocesano de las Cofradías de Semana Santa. Durante su etapa como arzobispo de Valladolid se aprobaron los primeros estatutos de nuestra Cofradía.

A partir de la 16,30 h de hoy lunes, el Arzobispado abrirá la capilla ardiente en el Palacio Arzobispal. El funeral de "corpore in sepulto" se celebrará mañana martes, 18 de marzo, a las 17,00 h en la Catedral y a continuación el cuerpo será enterrado en la Capilla del Sagrario del templo catedralicio.

domingo, 16 de marzo de 2014

Nuestra Cofradía en El Norte de Castilla

Dentro de los reportajes que Javier Burrieza está dedicando a las cofradías vallisoletanas en El Norte de Castilla, ayer le correspondió el turno a nuestra Cofradía. Con el títular "El cortejo solemne y austero del yacente de Fernández", Burrieza sintetiza la historia de nuestra hermandad. El artículo incluye una interesante fotografía de una de nuestras primeras salidas procesionales.

Hacer click sobre la imagen para ampliarla

sábado, 15 de marzo de 2014

Domingo de luz en el consuelo

Si el encuentro con Dios nos acerca a nuestra verdad, cierto es que encontrarse con Él es sentirse iluminado, es llevar una luz nueva. Experiencia no verificable a los ojos de lo ordinario, pero experiencia cierta.
La ciencia cuando no se comprende con profundidad puede empequeñecer al hombre. No es raro escuchar comentarios de que está científicamente probado que Dios no existe. Bajo ese prisma tampoco existe la belleza, ni la grandeza, ni el amor. Y Dios es Amor. El mundo queda reducido a lo material, a lo tangible, a lo que puedo tocar y a lo que puedo modelar mediante ecuaciones matemáticas.
La realidad es mayor.
El Evangelio nos presenta una escena en la que Jesús se muestra como “mucho más que un hombre”, un hombre transfigurado. Un hombre hecho luz que apunta a la Pascua. Mucho más que la carne que lo conforma. Pero es que somos mucho más que carne y huesos. Y me atrevo a decir que la carne no es lo más importante que poseemos. Todos tenemos algo dentro que es mucho más grande que nuestro envoltorio. Jesús lo mostró a sus discípulos de una forma espectacular, las personas que nos rodean nos lo muestran de una forma mucho más sencilla: con una sonrisa, con una caricia, con una palabra de apoyo y cariño. Y en esos momentos hacemos nuestras las palabras de los discípulos: “Qué bien se está aquí”.
Pensemos en estos días:
Es Cuaresma: Subamos a una montaña alta… Podemos buscarla dentro de nosotros mismos… retirándonos para hacer silencio interior profundo, que nos lleve a encontrarnos con el Padre (fuente de vida, esperanza…)
-Hagámonos propósito de dejarnos “transfigurar”: Jesús es un hombre que se deja transfigurar por Dios en su día a día… Y desde su Palabra sus obras y sus hechos, nos invita a transfigurarnos a nosotros.
-No deseemos hacer una tienda para instalarnos: En nuestras comodidades, en nuestras mediocridades, en nuestros privilegios, en nuestros sueños… Toquemos la realidad. No vivamos al margen de ella, en nuestro “mundo particular”.
-Escuchemos al Hijo predilecto: Él es el único que debemos escuchar y al único que necesitamos escuchar, para llevar una vida plena…Y lo podemos hacer desde el silencio, desde la lectura de la Palabra…, pero también procurando despertar nuestros oídos, nuestros ojos..

Guillermo Camino
Consiliario

miércoles, 12 de marzo de 2014

Nuestro Hermano de Honor, Presidente de la Conferencia Episcopal

El Arzobispo de Valladolid, Mons. D. Ricardo Blázquez Pérez, ha sido elegido Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) para el trienio 2014-2017. El nombramiento ha tenido lugar esta mañana en el marco de la CIII Asamblea Plenaria que se celebra en Madrid del 11 al 14 de marzo. Han votado 79 Obispos, de los 80 que tienen derecho a voto. Ha sido elegido en primera votación por 60 votos. En la misma votación Mons. Osoro ha obtenido 10 votos y Mons. Asenjo 5 votos.
Era desde 2008 Vicepresidente de la CEE, de la que también fue Presidente durante el trienio 2005-2008. Es Arzobispo de Valladolid desde marzo de 2010
Mons. Blázquez sustituye en el cargo al Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio Mª Rouco Varela, quien ha estado al frente del episcopado español durante doce años (1999-2005 y 2008-2014).
El Arzobispo de Valladolid ha sido Vicepresidente de la CEE durante los dos últimos trienios consecutivos. Fue elegido el 4 de marzo de 2008 y reelegido el 1 de marzo de 2011. Además fue Presidente de la CEE durante el trienio 2005-2008. En la Conferencia Episcopal Española también ha sido miembro de las Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe (1988-1993) y de Liturgia (1990-1993). Ha sido Presidente de las Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe (1993-2002) y de Relaciones Interconfesionales (2002-2005).
Mons. D. Ricardo Blázquez nació en Villanueva del Campillo, Ávila, el 13 de abril de 1942. Fue ordenado sacerdote el 18 de febrero de 1967. Cursó estudios de Bachillerato en el Seminario Menor de Ávila desde 1955 a 1960 y los estudios eclesiásticos en el Seminario Mayor de Ávila entre 1960 y 1967. Es Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1967-1972).
Tras cursar sus estudios en Roma regresó a su diócesis de origen, Ávila, donde fue, entre 1972 y 1976, Secretario del Instituto Teológico Abulense. En el año 1974 comenzó la docencia en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde fue, hasta 1988, Profesor de la Facultad de Teología y Decano de esa misma Facultad entre 1978 y 1981. Ha sido Gran Canciller de la Universidad del episcopado español del 2000 al 2005.
El Papa Juan Pablo II le nombró en 1988 Obispo auxiliar del entonces Arzobispo de Santiago de Compostela, Mons. Rouco Varela. En 1992 fue promovido a Obispo de Palencia y el 8 de septiembre de 1995 fue nombrado Obispo de Bilbao. En la actualidad, y desde el 13 de marzo de 2010, es Arzobispo de Valladolid.

Fuente: www.conferenciaepiscopal.es

Don Ricardo es, desde el año pasado, Hermano de Honor de nuestra Cofradía. En las fotografías le vemos en la Eucaristía del Tríduo en honor del Santo Cristo Yacente en la que se hizo efectivo el nombramiento. 


lunes, 10 de marzo de 2014

Exposición: Reproducciones de la Pasión

Del 14 de marzo al 20 de abril podrá verse en la sala municipal de exposiciones del Teatro Calderón la exposición titulada "Reproducciones de la Pasión", organizada por la Junta de Cofradías y el Ayuntamiento. De la mano del comisario de la exposición, nuestro cofrade Andrés Álvarez Vicente, os invitamos a visitarla.


sábado, 8 de marzo de 2014

Domingo de decisiones

“Entonces Jesús fue llevado del Espíritu al desierto, para ser tentado”

Si alguno de estos días os acercáis hasta Santa Ana no dejéis de pasar por el Museo. Paraos un instante ante de uno de los lienzos más originales de la colección monástica. Me refiero a las tentaciones de Jesús en el desierto, una obra anónima del XVII. En ella aparece representado por tres veces Jesús, en distintos planos, que sugieren una acción continuada. Las tres secuencias representan el paso de los cuarenta días de Jesús en el desierto, lugar al que fue llevado por el Espíritu para discernir, decidir, orientar.
Dicho ejercicio no resulta fácil. El desierto llama, pero el hombre prefiere la ciudad y sus ruidos, sus compañías, que con frecuencia se ven amenazadas por el valor de la verdad que la soledad del desierto nos sugiere. A todos nos gusta cambiar de aires, tierras y aguas. Por qué buscar de vez en cuando, aún en pareja o familia, buscar estos tiempos y lugares para encontrarnos con nosotros mismos, para preguntarnos y replantear. El cristiano como Jesús debe escuchar la llamada del desierto. Todos tenemos alguna tarde de domingo, un paseo de sábado, un cuarto de hora para levantarnos antes y tomarnos el pulso. ¿Cómo estoy y qué voy viviendo?
Jesús no tuvo miedo de responderse, no sólo en estos días de desierto, sino aún en noches frecuentes de soledad y montaña. Cada Cuaresma, comienza con esta llamada del desierto y al desierto. Jesús en su experiencia sintió la llamada a vivir en la verdad de la voluntad del Padre. No se trata sólo de saber qué nos gusta, en qué encuentro paz o desasosiego. La verdadera paz reside en una conformidad mayor, hacer lo que Dios quiere, que siempre es lo mejor de lo que uno puede pensar.
La tentación fue constante en la vida de Jesús. Ésta le acompañó desde el principio hasta el fin, desde el bautismo hasta la muerte de cruz. Porque en la medida con la que el anuncio de la Buena Nueva del Reino se extendía en medio del pueblo, crecía la presión sobre Jesús para adaptarse a las perspectivas mesiánicas del pueblo y ser el mesías que los otros deseaban y querían: "mesías glorioso y nacionalista", "mesías rey", "mesías sumo sacerdote", "mesías juez", "mesías guerrillero", "mesías doctor de la ley". La carta a los Hebreos dice: "El fue probado en todo a semejanza de nosotros, menos en el pecado" (Heb 4,15). Pero la tentación no ha conseguido jamás desviar a Jesús de su misión. El continuaba firme en el camino del "Mesías Siervo" anunciado por el profeta Isaías y esperado sobre todo por los pobres del pueblo, los anawim. Al respecto, Jesús no ha tenido miedo de provocar conflictos, ni con las autoridades, ni con las personas más queridas.

Con Él y junto a Él podemos orar diciendo:
No me dejes en la tentación de lo fácil
No dejes que, mi vida, sea un trayecto de mínimos. No permitas que, ante las dificultades,
me repliegue por cobardía, el qué dirán o vergüenza. ¡APÁRTAME, SEÑOR!
Porque Tú lo sabes, aspiro a tener
aunque te diga que lo importante es “ser”
Porque disfruto recibiendo más que ofreciendo
Porque, el ser perdonado, siempre me resulta
más gratificante y hasta menos duro ante los ojos de los demás
que, ir por ahí, yo perdonando.

Guillermo Camino
Consiliario

miércoles, 5 de marzo de 2014

Miércoles de inicios

Comenzamos la Cuaresma, con sus signos y propósitos. Un tiempo para reparar en las manos de Jesús, y convertirnos a sus manos y en sus manos. La Cuaresma nos hablará de las manos de Jesús: rechazando las ofertas del tentador, ascendiendo y bendiciendo desde el Tabor, ofreciendo el agua de la vida a la Samaritana, devolviendo la vista al ciego, marcando el límite de la vida venciendo la muerte de otros, para prefigurar la victoria de la suya. Sus manos en Pascua nos mostrará el amor de su costado, el perdón de su misericordia, y en este año, el reconocimiento de la santidad de Juan Pablo II y Juan XXIII.
Sus manos son para nosotros un sacramento, cada año las veneramos en la expresividad del santo Cristo Yacente, por ellas nos llegan la gracia de su amor y la fuerza de su Espíritu. Y con nuestras manos, en Cuaresma se nos invita:
-a recogerlas en plegaria sencilla, que recibe y bendice, que acoge y ofrece: Cuaresma es oración;
- a privarnos de usarlas en nuestro interés, y privarnos, para ser solidarios con los que no tienen: Cuaresma es renuncia para ser oferta;
-a tender la mano, para generar nuevas relaciones solidarias: Cuaresma es conversión al otro.
La Cuaresma comienza en este miércoles con signos que realizan nuestras manos: recibir la ceniza, signarnos… podríamos lavar también nuestras manos, o perfumarlas… son signos que nos recuerdan que la Cuaresma, es tiempo de hacer nuevas nuestras manos. Tus manos son un potencial, no las mantengas escondidas. No seas hombre o mujer de manos atadas, o atrofiadas. Tus manos también son un signo del poder de Dios. “Jesús, tiene sólo nuestras manos para construir un mundo en donde habite la justicia”.

Guillermo Camino
Consiliario


martes, 4 de marzo de 2014

Misas cuaresmales

Como todos los años, la Junta de Cofradías de Semana Santa organiza las Misas Cuaresmales todos los domingos de Cuaresma. Todos los cofrades estamos invitados a participar. El calendario para este año es el siguiente:

9 de marzo
12,30 h
Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros
Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz

16 de marzo
12 h
Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno
Iglesia Penitencial de Jesús Nazareno

23 de marzo
13 h
Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura
Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol

30 de marzo
13 h
Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo
Iglesia Conventual de San Quirce y Santa Julita

6 de abril
10,45 h
Santa Iglesia Catedral Metropolitana