martes, 15 de abril de 2014

Leído en internet

Os dejamos este precioso texto publicado por Alberto V. Jiménez en el Facebook del Colegio Nuestra Señora de Lourdes:

"Quizás el eco del silencio en su murmullo nos haga escuchar la semblanza de nuestro verdadero yo, fuera de ese mundanal ruido al que estamos sometidos. Ardua y difícil tarea ver y encarar a ese desconocido que mora en uno mismo, ese yo auténtico mas no por ello del agrado de quien busca ese “reflejo”…¿Por qué digo esto?...Hace más de dos décadas, fascinado por las imágenes que desfilaban en las sentidas procesiones de nuestra Semana Santa, buscaba ese “ángel”, a través de las muecas, miradas y pliegues, que mediante el sentir del artista, habían quedado impresas en un “inerte” pedazo de madera, intentando “congelar” su réplica en un papel fotográfico…En muchas ocasiones había visto el Cristo Yacente de Gregorio Fernández, el sufrimiento que comunica, e intentar trascender, abstrayéndome, hacia la explicación y significado de ese sufrimiento…Un amigo, que casualmente era cofrade del Santo Entierro, me acercó a ello, y a experimentar ese “peregrinaje” interno principalmente, que junto al externo llevando al Cristo Yacente desde el Convento de San Joaquín y Santa Ana, a l parroquia de San Pío X en el barrio Girón, se realiza la noche del Jueves Santo. En medio de ese silencio que eriza, un toque de cornetín de fondo y tras dilatada espera el golpe seco de un tambor, hacen atronar en el alma la llamada a encarar a ese yo auténtico, desnudo, cara a cara, a interrogarnos teniendo de contraste el sufrimiento y el por qué de ello de ese Cristo que va a ser enterrado. Aunque no soy cofrade, el sentimiento me une y normalmente frecuento, el convento de San Joaquín y Santa Ana, para ver el estremecedor halo de sentimiento que fluye de la imagen, y estar con quienes lo comparten…Perdonad que me haya extendido, pero como antiguo alumno del colegio quería contaros mi experiencia y con permiso del colegio, invitaros a esa “mágica” noche del jueves santo a la procesión del Santo Entierro, que es caldo de cultivo de una posible catarsis interna."

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