Tercer día del triduo, sábado.
En la calle el ambiente semanasantero está ya a flor de piel. Dentro del templo de San Joaquín y Santa Ana también se respira ya el ambiente de Pasión en toda su plenitud. La Eucaristía de hoy se celebra como víspera de la solemnidad del día siguiente, por eso en el Evangelio escuchamos el relato de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Tras la conclusión de la Santa Misa, tiene lugar la imposición de medallas a los nuevos cofrades. Con la entrada de nuevos miembros, nuestra hermandad se renueva y, a la vez, se fortalece. Por eso se trata de un momento especialmente gozoso.
Tras acabar la Eucaristía, se dan los avisos pertinentes de cara al día siguiente, Domingo de Ramos, donde la sección infantil es la protagonista.
Miguel Ángel González Expósito
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