martes, 12 de abril de 2022

Nuestras procesiones

Procesión del Verum Corpus

Día 14 de abril (Jueves Santo)

A las 23,45 h de la noche dará comienzo la procesión del Verum Corpus, en la que acompañaremos a nuestra imagen titular hasta la Santa Iglesia Catedral Metropolitana. Recorrido: Plaza de Santa Ana, Pasión, Reina, Correos, Plaza de la Rinconada, Cebadería, Especería, Plaza del Ochavo, Vicente Moliner, Plaza de Fuente Dorada, Cánovas del Castillo, Regalado, Cascajares, hasta la Santa Iglesia Catedral Metropolitana, en cuyo interior se realizará una Estación ante el Santísimo Sacramento.

Finalizado el acto, saliendo por la Puerta de Santa María, continuará por Plaza de la Universidad, Arzobispo Gandásegui, Catedral, Regalado, Cardenal Cos, Arribas, Cascajares, Regalado, Constitución, Héroes de Alcántara, Zúñiga y Plaza de Santa Ana hasta la Iglesia Conventual del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, donde se realizará el acto de Ofrecimiento de la luz al Santo Cristo Yacente en su noche oscura.

Los que toméis parte en la procesión debéis estar a las 22,50 h en la iglesia del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana. La puerta de la calle se cerrará a las 23,20h, no permitiéndose desde entonces el acceso, salvo causa justificada.

Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor

Día 15 de abril (Viernes Santo)

Para participar en esta procesión, a las 19,45 h debéis estar en la iglesia del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.

Una vez terminada la procesión, al llegar a la plaza de Santa Ana, tendrá lugar el acto del Epitaphion. Este acto consiste en cubrir a Cristo muerto con el sudario o mortaja, incensarlo, e introducirlo en la iglesia, simulando la entrada en el sepulcro. Termina con una breve reflexión de nuestro Consiliario y la bendición.

Procesión del Santo Entierro de Cristo

Día 16 de abril (Sábado Santo)

A las 20,00 h dará comienzo la Procesión del Santo Entierro de Cristo, en la que solemnemente portaremos nuestra imagen titular de Cristo Yacente de vuelta a la clausura del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana. El recorrido será: María de Molina, Héroes de Alcántara, Zúñiga y Plaza de Santa Ana donde se realizará junto al pueblo fiel, un Acto de Reflexión y Oración a cargo del P. Guillermo Camino Beazcua, nuestro consiliario.

Los que toméis parte en esta procesión debéis estar a las 19,00 h en la iglesia del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, con hábito completo con capirote con cartón. La puerta de la calle se cerrará a las 19,30 h.

Flashion Fotografía

Celebración del Triduo Pascual en el Monasterio

Los días 14, 15 y 16 de abril estamos invitados a unirnos a la comunidad de religiosas para la celebración de los Santos Oficios y la Vigilia Pascual, que tendrá lugar en el Coro de la clausura del Monasterio.
Jueves Santo y Viernes Santo: 16,30 h
Sábado Santo – Vigilia Pascual: 22,30 h

lunes, 11 de abril de 2022

Nuestra iglesia

Cuántas veces habremos oído a gente decir cuando entra en “nuestra“ iglesia, qué bonita, qué recogida….Y es que es verdad, tenemos un iglesia muy especial, no solo por la originalidad de su forma, por los juegos de luces que hace el sol en su recorrido diario, o por el cariño con el que la cuidan las hermanas.

En 1777, las hermanas Bernardas cistercienses que habitaban el monasterio, escriben al rey, Carlos III, para informarle que su monasterio, está en ruinas y casi derruido, y aludiendo al patronato Real que tienen desde su fundación en 1596, le solicitan una reforma del mismo. El monarca encarga a su arquitecto real, Francisco Sabatini, los planos de un nuevo monasterio y en 1780 comienzan las obras.

Se trata de un obra neoclásica, algunos la consideran el más claro exponente del arte neoclásico en España, y motivos no les faltan. Las líneas rectas y la sobriedad son las características principales del exterior del edificio, que lo que busca es su presencia urbana en la ciudad. 

La fachada de la iglesia, presenta una decoración de placas lisas y molduras rectilíneas, que intentan dar movimiento y perspectiva al conjunto. Sobre el dintel de la puerta, dentro de una hornacina vemos una escultura de Santa Ana, que data del siglo XVI, que se cree que procedía del primitivo convento. El frontón que corona la fachada, lleva en el tímpano, las Armas Reales, aludiendo a ese patronazgo real que la congregación tenía desde la fundación.

Ya en interior, nos llama la atención, su “forma”, su planta, contrastado con esa decoración rectilíneo influencia del estilo herreriano, tenemos un templo con planta elíptica, muy de moda en la época en la Italia de arquitectos como Borromini. Está organizado, con pilastras de orden toscano, que sujetan un entablamento que es el origen de la cúpula ovalada y abierta con óculos y coronada por una linterna, para dar luminosidad y claridad al interior. La capilla mayor, de planta cuadrada, se corona con cúpula también, y se conecta con la elipse de la nave a través de un gran arco, que sobrepasa el entablamento, logrando así la conexión entre la elipse y el cuadrado. Este juego de figuras geométricas, le dan a la iglesia un carácter barroco típico del estilo borrominesco, que después se culminará con la decoración neoclásica típica de esa época en España.

En el lado de la Epístola de la capilla mayor, se abre el coro, con una sillería de estilo neoclásico. A lo largo de la elipse de la nave se abren seis hornacinas (tres a cada lado) separadas por pilastras toscanas, donde se abren sendos retablos decorados siguiendo la línea de la iglesia, con frontones curvos y rectos aleatorios, y pilastras jaspeadas, cubiertas de mármol verde y pan de oro. En estos retablos, vemos otra de las grandes joyas de “nuestro“ convento, los cuadros de Francisco Bayeu, en el lado del Evangelio (lado izquierdo) y los otros tres de Francisco de Goya en el lado de la Epístola (lado derecho) con representaciones de santos de la orden cistercienses. En el retablo mayor de la iglesia, vemos un conjunto escultórico, de San Joaquín y Santa Ana, que data del siglo XVIII, dentro de una hornacina, situada en medio de cuatro columnas corintias, que sujetan un gran entablamento.

La unión de todo esto, hace que este conjunto arquitectónico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1955, sea tan especial, y sobre todo para nosotros los cofrades del Santo Entierro, un lugar que llama al recogimiento y la oración.

Lara González Alonso                

sábado, 9 de abril de 2022

Convocatoria procesión de las Palmas

Los cofrades menores de 14 años que deseen participar en la procesión de las Palmas (la Borriquilla) deberán encontrarse en nuestra sede el domingo de Ramos a las 11 h, con hábito sin capirote. No podrán participar en esta procesión las hermanas de devoción.

VIII Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías (JOHC 2021)

El pasado mes de octubre nuestra ciudad acogió con gran entusiasmo el VIII Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías (JOHC), un encuentro que año tras año reúne a numerosos jóvenes cofrades de diferentes ciudades de ámbito nacional. 

Tras mucho trabajo, esfuerzo e ilusión por parte del comité organizador del encuentro, las cofradías de la ciudad, y de todas aquellas delegaciones que iban a participar en él, se llevó a cabo un evento en el cual, Valladolid, como sede del año 2021, tenía ante sí un gran reto. Debido a la situación sanitaria que estamos atravesando en estos momentos, la organización contaba con los imprevistos y con las medidas sanitarias que las autoridades recomendaban para llevar a cabo un evento seguro, del que todos pudiésemos disfrutar protegidos.

Aun así, tras un año de pandemia donde la distancia es una de las medidas de seguridad que hemos de adoptar, se produjo un encuentro cercano, dónde con ilusión volvimos a reunirnos y pudimos disfrutar y compartir momentos y vivencias juntos. 

Nuestra cofradía, como delegación del Santo Entierro, contaba con cinco jóvenes dispuestos a disfrutar de una experiencia diferente, de fe, fraternidad, descubrimiento y oración. El encuentro fue recibido con la ilusión de volver a encontrarnos, de conocer personas con quien compartir una misma pasión e intereses, con la ilusión de volver a procesionar y disfrutar de nuestras valiosas tallas por las calles de la ciudad. Ciudad, que contemplaba con expectación sus vías repletas de jóvenes que deseaban conocer sus lugares emblemáticos, su Semana Santa y compartir sus experiencias de fe. 

Cómo delegación, los jóvenes del Santo Entierro acudimos a cada uno de los actos convocados para esos días de encuentro, con la finalidad de disfrutar, compartir y, sobre todo, representar a nuestra cofradía intentado así, darla a conocer a todos aquellos que venían de otras localidades. El JOHC, no es solo una experiencia distinta y enriquecedora que abre tus puertas a conocer la Semana Santa de otras ciudades y despertar la curiosidad por ellas; sino que, además, ayuda a conocer más a fondo aspectos de nuestra propia Semana Santa que quizá no creíamos conocer. 

Es una oportunidad de vivir actos de religiosidad popular excepcionales y únicos, una oportunidad de unión, de crear lazos que perduren en el tiempo. El evento crea una magia que embriaga de un sentimiento de unidad que hace que todos los cofrades de nuestra ciudad nos unamos para mostrar toda nuestra riqueza cultural, el valor artístico de Valladolid y su Semana Santa y demostrar por qué nuestra semana de pasión es de interés turístico internacional. Además, el JOHC no es solo un encuentro de fraternidad con jóvenes de nuestra ciudad y de otras; sino que sobre todo es un encuentro con Dios, es un momento de fe, un momento de vivirla y reforzarla personal y colectivamente. Una oportunidad de conectar con Dios y nuestra propia fe. 

El encuentro no solo nos ha ayudado a compartir como hermanos cofrades una experiencia nueva de hermandad, sino que, además, nos ha servido para compartir momentos de oración, de descubrimiento personal y de entender nuestra fe desde otras perspectivas. Un momento único espiritual y personal.

Sara Pedrero García



miércoles, 6 de abril de 2022

Via Crucis

Os animamos a participar en el Via Crucis cuaresmal que celebraremos este viernes en la iglesia Parroquial de San Lorenzo Mártir, presidido por la imagen de Cristo Crucificado.

Carta del Presidente

Hábito y corazón

Queridos Cofrades, Queridos amigos

Para los que nos declaramos abiertamente semanasanteros hay diez días del año que son especiales. Los 355 restantes también dejan entrever esa particularidad que nos hace ser como somos (una pulsera, un llavero, una funda de móvil…), pero esos diez… ay amigo cofrade… ¡cómo se nos cala!
Previamente hemos preparado el hábito. La tradición manda. Lo hemos sacado a la luz después de poco menos de un año y está colgado, fuera del armario, bien extendido, junto con el capirote, el cíngulo, los guantes… Y así lo veo cada día. Hábito preparado.

La vivencia de esos días es muy intensa por tanto que ver, por tanto que hacer y por tanto que mostrar. Esa vivencia se interioriza y multiplica antes de cada salida procesional, esperando en la iglesia, ya revestidos, ya con nuestra luz, ya en silencio. Y son esos minutos los que aprovechamos para guardar en nuestro corazón todos los momentos vividos durante ese año y así ofrecerlos al Santo Cristo Yacente, que aguarda custodiado por sus comisarios, con fe y con emoción. Corazón preparado.

En esta ocasión el hábito ha estado guardado mucho más tiempo y los recuerdos que traemos con nosotros son bastantes más, y por eso la única semana del año que tiene más de 7 días, la Semana Santa del año 2022 es más especial.

Este año, querido cofrade y querido amigo, prepara tu hábito y tu corazón con más mimo y cariño que nunca, ya que ambos lo van a necesitar. 

El primero por el tiempo que ha estado sin salir y puede sentirse casi como si fuera nuevo, recién confeccionado y falto de costumbre al desfilar. El segundo por todo lo que le vamos a guardar de lo vivido desde la última vez que estuvimos revestidos, en la iglesia, esperando a que se abrieran las puertas, hace poco más de un millar de días.

Esta será la Semana Santa del reencuentro con nuestra gran familia cofrade y con nosotros mismos. Será la Semana Santa para revivir, para recordar y para recuperar. Esa emoción interior, previa a la apertura de las puertas de nuestra iglesia, contenida durante tantos días, reaparecerá con fuerza, junto con nuestras vivencias de estos últimos dos años. Y si en algún momento hemos perdido un ápice de ese entusiasmo, bien por la inercia de la rutina o de los años, este es el momento de recuperarlo. Es posible que todo lo que ha pasado, todo este paréntesis pandémico, nos dé la oportunidad de recordar la esencia de ser cofrade.

Los que amamos la Semana Santa la vivimos de muchas maneras según el momento de nuestra vida y según nuestro papel en la Cofradía. Estos dos aspectos no siempre van de la mano. El hecho de tener la oportunidad de estar más implicado en la vida de la Cofradía a nivel organizativo supone renunciar no sólo a aspectos de tu vida diaria personal y familiar, si no también, en parte, al cofrade que llevamos dentro y la visión, tal vez inocente y a veces ingenua, de la Semana Santa. Pero ese es el reto los que tenemos la oportunidad de llevar las riendas de la familia cofrade. 

La Cofradía ha ido creciendo durante este tiempo en muchos aspectos, continuando la progresión de los anteriores mandatos, y así debe de continuar. Y vosotros, cofrades del Santo Entierro de Valladolid, tenéis la oportunidad, la responsabilidad y (así lo creo) el honor, de tomar el relevo. Vivimos un momento de cambio en muchos aspectos y nuestra querida cofradía ha de ir de la mano de ese cambio que nos arrastra como la corriente de un río, pero siempre dentro del cauce de nuestra esencia.

Por nuestra parte sólo nos queda ofrecer humildemente la mano de nuestra experiencia y agradecer de corazón a todas aquellas personas que, de un modo u otro nos habéis acompañado y apoyado en estas tres legislaturas.

Esta Semana Santa, queridos cofrades, preparad vuestro hábito y vuestro corazón. Dejad que afloren vuestros sentimientos y recuperad ese primer cofrade que lleváis dentro, el que ofrecerá su luz al Santo Cristo Yacente, cuerpo verdadero, un año más en la noche del Jueves Santo, y el que iluminará su camino oscuro y enclaustrado en la tarde del Sábado Santo.


 Jesús González Expósito, Presidente

lunes, 4 de abril de 2022

Presentación libro sobre el Santo Cristo Yacente

 


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Mensaje del Consiliario


Nos gustaría cerrar de un modo definitivo el paréntesis que, en estos dos años, ha limitado la expresión pública de nuestra pertenencia a la Cofradía. Cerramos este paréntesis y abrimos un gran signo de exclamación, para expresar que juntos volveremos a manifestar públicamente los signos de espiritualidad de nuestra Cofradía.  A nivel personal, iremos preparando en estos días nuestro hábito para que pueda expresar su dignidad por el Santo Descanso de Cristo. Actualizaremos el cuidado de los enseres de la Cofradía, y así puedan expresar su fin al acompañar nuestros recorridos por las calles.  Pero sobre todo dispondremos nuestro corazón, para poder compartir la devoción que al Santo Cristo Yacente tributamos.

Tras este bienio de pandemia, la Iglesia, como comunidad universal, nos invita estos dos años 2021-2023 a reflexionar en conjunto como creyentes. Una propuesta intensa que nos lleva a considerar cómo hacer una Iglesia más participativa, en la que se manifieste la comunión para la misión.  A esta experiencia le llamamos: Sínodo.  El término Sínodo, aún no recogido en el diccionario de la Real Academia de la lengua española, quiere expresar esta condición de cristianos que vivimos en camino. No solo peregrinos con una meta, sino llamados a hacer un camino juntos y juntos alcanzar el común destino. La experiencia sinodal en estos meses, nos ha revelado la importancia de pensar como creyentes nuestra valoración sobre cómo dialogamos entre nosotros mismos en el seno de la comunidad. Cómo es este diálogo ante los retos pastorales con que la sociedad contemporánea nos interpela y nos invita a dar una respuesta acertada en los distintos campos de misión. Cómo invitamos a otros para ampliar nuestra convocatoria y acogida de nuevos rostros.

La presencia pública en nuestras calles en esta próxima Semana Santa es también un signo de una Iglesia sinodal de hermanos que caminan juntos, que lo hacen en sincronía, no solo marcados por el pulso de un timbal. De modo singular, el misterio de Cristo que nuestra cofradía alumbra, manifiesta ese camino de los seguidores tras la muerte de Jesús. Fue un camino que hicieron juntos desde el Gólgota al sepulcro. Fue un camino de seguidores y seguidoras, discípulos y amigos. La madre y los nuevos hijos caminaron bajo el signo de la esperanza, cumpliendo con el deber de sembrar el Cuerpo Yacente, en anhelos de resurrección. Pero el camino de aquellos discípulos continuó en la tarde del Viernes Santo, desde el jardín hasta el silencio del Cenáculo, en donde se cerraron las puertas, de aquel lugar donde apenas horas antes, Jesús había abierto la puerta de su costado, se había partido como pan y sus discípulos recibieron la llamada a confiar en el amor universal. Volvían a aquel cenáculo del que se habían levantado a prisa en el anochecer previo a la preparación de la Pascua, para seguir al Maestro hasta Getsemaní.  Cerraban las puertas por miedo a los judíos y en su interior sentían un miedo mayor: ¿su fe seguiría firme después de los acontecimientos sucedidos al Profeta herido en Cruz? 

Cuántos interrogantes pasarían por su mente y sobre todo por su corazón hasta rayar la luz del primer día de la semana.  Una mujer, María de Magdala, quien con tanto amor había ungido al amigo, abría de modo discreto aquellas puertas, poniéndose en camino de nuevo al sepulcro. La luz por fin amanecida, rasgó la oscuridad de cenáculo cuando aquella mujer volvió desconcertado a todos con la inexplicable novedad de que el sepulcro está vacío. El Evangelio de Juan, nos precisa que Pedro y el discípulo a quien Jesús amaba, fueron corriendo hasta el sepulcro. Lleno de realismo, el relato precisa que, aunque salieron juntos, cada uno llegó a su ritmo. Pedro, quedó un tanto rezagado respecto al discípulo amigo de Jesús, quien, no solo por mejores condiciones físicas o entrenamiento, llegó primero al sepulcro, pero no atravesó el umbral. Contemplando, aguardó el tiempo necesario hasta que el renegado Pedro llegara. Las lágrimas arrepentidas del día anterior, habían abierto ya el camino para que nuevas lágrimas se convirtieran en expresión de confesión y de gozo en la fe. Ambos atónitos se rendían ante los signos de que aquel sepulcro vacío, manifestaban no un hurto, ni una desaparición. El Epitaphion, se hallaba bien colocado junto a las vendas, también estas bien dobladas.

El desconcierto de los soldados custodios, solo podía expresar novedad ansiada: ¡ha resucitado! Ahora sí, entraron juntos y vieron.

La palabra Sínodo no solo significa caminar juntos. Podríamos pensar cuántas metáforas del camino de la vida nos manifiestan que por hacer un camino juntos no por ello se alcance una misma meta, que todos lo alcancen a una vez, o que todos lo hagan desde la libertad.  

Sínodo es la termino griego, que expresa que quienes además de caminar juntos, lo hacen con el deseo de alcanzar el umbral es decir que aquel camino tiene una meta y que esa meta como umbral, invita a atravesarlo juntos. Caminar en Sínodo es por tanto entender que hay un espacio nuevo que juntos debemos estrenar y que este espacio como lugar de resurrección ha sido abierto por Cristo. Él lo ha estrenado antes de que nosotros lo alcancemos. Nos deja evidencias de esta novedad y ya no se trata solo de cortar la cinta, sino que las vendas rotas por la fuerza de la vida, sean capaces de leer nuestra propia historia y lo sucedido pues: ¡ha resucitado!

Aquellos discípulos alcanzaron un umbral que Cristo había abierto antes de que ellos se pusieran en camino. Cruzaron en sentido inverso, el espacio de alguien que lo había estrenado. Desde entonces, la pregunta sobre la Victoria de la resurrección, puede hacerse desde los caminos de la vida. No fueron ellos los que cortaron la cinta de un estreno: la puerta ya estaba abierta.  Cristo precede los espacios, los ambientes, los lugares de resurrección, tan solo se trata de tener los ojos bien abiertos y vencer la tentación de llevar a Cristo a unas nubes o a unos cielos tan alejados que no son su espacio de encuentro. 

Cada vez que las sagradas imágenes, que las diversas cofradías alumbran, salen de sus templos, atraviesan un umbral. La apertura de las puertas pone de manifiesto la emoción de quiénes las aguardan salir y el gozo, cuando vuelven a sus sedes. Esta emoción y este gozo pueden convertirse no solo en un momento emotivo, sino también, en un momento para cuestionar lo que en sí es la fe. Cristo sale a tu encuentro, Él es quien abre las puertas y cruza el umbral para acercarse a tu vida. 

Te invito a ponerte en camino y a que superes tu propia subjetividad, para hacerlo juntos. Deja que esta Pascua, te sorprenda en cada esquina de tu vida, con sus nuevos requiebros. Vuelve junto al Amigo tantas veces como creas que hay espacios que te distancien. Que los caminos de la existencia, cuestionen tu experiencia de confesión de fe en la resurrección. Ojalá de verdad sientas, que Cristo con su resurrección es capaz de llenarte de una vida más plena.                                 

Guillermo Camino, Consiliario

Acompaño este artículo con dos imágenes de Eugène Burnand, pintor suizo afincado en Francia a finales del XIX. La primera de ellas representa las dudas del Cenáculo, la segunda el camino de los dos discípulos en la mañana de Pascua. No son dos temas habituales en la iconografía cristiana. Incluso la de los discípulos camino del sepulcro está siendo muy utilizada para simbolizar el evangelio de Juan, pues todo él es como una fuerte llamada a buscar al Amigo, el Viviente.


lunes, 28 de marzo de 2022

Solemne Triduo en honor del Santo Cristo Yacente

   

NOTA IMPORTANTE: Por razones ajenas a la Cofradía, el primer día del Triduo la petición de la Sagrada Imagen comenzará a las 20,45 h y no a las 20,15 h como estaba anunciado inicialmente.

martes, 22 de marzo de 2022

Presentación revista "La Pasión de Valladolid" en Santa Ana

El próximo 31 de marzo, se presentará la revista "La Pasión de Valladolid" en la iglesia del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana.

domingo, 13 de marzo de 2022

Ha fallecido Sor Nieves

Sor Nieves González Pérez entregó su alma a Dios el 12 de marzo de 2022, acompañada de sus hermanas. Llevaba un año en cama. 

Ella tuvo una vida singular. Nacida en Monasterio de Vega, provincia de Valladolid, en 1933, desde pequeña creció con las Hijas de la Caridad al quedar sin padres, haciendo honor a su nombre de pila Marcelina. Allí aprendió pintura, música y bordado.

Ingresó joven en el monasterio benedictino de su pueblo. Salió cuando lo cerraron, para posteriormente ingresar en nuestro Monasterio de San Joaquín y Santa Ana. De joven trabajó en la despensa, de organista y pintó algún cuadro.

En 1966 decidió salir y, tras unos años, volvió a las Benedictinas para volver a nuestra casa en 1999. Entonces, se dedicó al archivo, a escribir libros y fue organista. Tenía ganas de organizar fiestas y recitar poesías; tenía una gran memoria.

Vivió con paz la enfermedad. Fue una buena enferma, no era dada a quejarse, guardaba en ocasiones su sonrisa.

Dios le conceda el eterno descanso.

La encomendamos a vuestras oraciones.